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jueves, 28 de julio de 2011

JUANJO GUARNIDO GANA UN EISNER POR BLACKSAD

El granadino Juanjo Guarnido ha sido galardonado este año con un Eisner, una especie de "oscars" de los cómics que se otorgan durante la celebración del Comic-Con de San Diego, una de las mayores ferias del cómic.



Juanjo Guardino
Juanjo Guarnido empezó publicando historietas en fanzines y trabajó para Planeta-DeAgostini realizando ilustraciones de los superhéroes de Marvel. Más tarde, sus pasos se dirigieron hacia la animación realizando storyboards y layouts en un estudio madrileño. Al recibir una oferta de los estudios Disney en Paris, se trasladó a vivir allí donde trabajó en la animación de películas como el Jorobado de Notre-Dame, Hércules, Tarzán y, también colaboró en Nocturna.
Fue en el año 2000 y tras siete años de producción con su amigo Juan Díaz Canales que sale para el público galo su cómic Blacksad, cosechando rápidamente un rotundo éxito del cual aún hace gala hoy en día.
Actualmente prepara varios proyectos entre ellos un álbum con guión de Fabien Vehlmann (El marqués de Anaon) y, como no, continuar con la saga de Blacksad.


Blacksad se desarrolla en los Estados Unidos de América, al final de la Segunda Guerra Mundial cuando se empieza a gestar la Guerra Fría.
En el primer volumen de la serie (Un lugar entre las sombras) , John Blacksad, un detective, investiga la muerte de una antigua novia suya estrella de Hollywood aún oponiéndose a las órdenes de su capitán Smirnov.
En la segunda entrega (Artict Nation), el detective investiga el secuestro de una niña negra junto con la ayuda de una periodista llamada Weekly en un barrio con muchos conflictos entre blancos y negros.
En el tercer album (Alma Roja) la historia transcurre en los momentos previos de la caza de brujas del Macathismo con el trasfondo político comunista y las armas nucleares.


En fin, que no nos queda otra que felicitar y muy mucho a Juanjo Guarnido por su nuevo premio que, nuevamente demuestra dos cosas:
-una, que en este país hay personas con talento suficiente para trabajar en cualquier ámbito de la escritura, animación etcétera y realizar grandes éxitos.
-y dos, que para triunfar en este país, antes tienes que irte fuera para hacerlo en el extranjero, porque aquí nadie apuesta por los autores nacionales y solalmente les publican cuando ya traen una solera del exterior.
Triste, pero muuuuy cierto.
Así que, olé por ti Juanjo y enhorabuena por partida doble.

miércoles, 20 de julio de 2011

LA PROXIMA VEZ. EL PRIMER DIA. MARC LEVY

Bueno, pues para ser generosa con Marc Levy, tras leerme el libro Las cosas que no nos dijimos del que ya expuse mi parecer, he decidido leerme un par de novelas más del galo para ser más honesta en cuanto a su valoración como escritor, así que aquí queda mi opinión.
Primero haré un breve resumen de la sinopsis.
El primero (el segundo, en realidad) fue La próxima vez.

Escrito en 2004 trata sobre un crítico de arte llamado Jonathan Gardner especialista en la obra del autor ruso Vladimir Radskin. Cuando apenas falta un mes para su boda, su mejor amigo Peter, recibe el aviso de que cinco de las obras de Radskin van a ser puestas a la venta en Londres. Peter, deseoso de tener un éxito en una subasta, decide ir hasta allí para hacerse con el lote y llevarlo a Estados
Unidos para subastarlos por todo lo alto. Para ello necesitará la ayuda de un especialista, así que Jonathan le acompaña aunque no sólo por el mero hecho de ayudar a su amigo. Cuenta la leyenda que el autor ruso pintó un último cuadro justo antes de morir del que se perdió la vista y donde su técnica se mostraba en todo su esplendor y Jonathan sospecha que, ese quinto cuadro pueda ser la obra perdida.
Al llegar a Londres encuentran a Clara, la dueña de la galería de arte y, desde un principio parece haber una conexión entre ella y Jonathan. Los cuadros llegan a la galería de uno en uno y todos esperan ansiosos para ver si el último será la esperada obra. Mientras, la atracción entre Jonathan y Clara se irá haciendo más y más fuerte, especialmente porque, cualquier leve contacto entre ellos, desemboca en unos recuerdos absolutamente nítidos y reales de vidas pasadas en la época cuando vivió el autor ruso.

Bueno, hasta aquí puedo leer...
Y es que si sigo, desvelo el misterio, porque de eso se trata.
En esta novela, Levy mezcla una historia de amor, pero de amor amor, de ese verdadero y del que dura por los siglos de los siglos, contra viento y marea, para toda la eternidad, forever and ever....No sé si me explico...Pero también hay el misterio del último cuadro del pintor ruso y de qué se esconde en él, así como también de las extrañas visiones que tienen los dos protagonistas.

Tengo que decir que, la novela me fue enganchando poco a poco (a mi que me gustan los misterios) pero, la verdad es que el final me decepcionó bastante. No sé, creo que se crea un clima lo suficientemente misterioso como para que el final hubiera sido más emocionante y más, como decirlo, más innovador o, también, menos esotérico. Bueno, sólo decir que si queréis leerlo, os doy luz amarilla, es decir, vale, pero precaución que lo mismo os lleváis un chasco.

El segundo de los libros se titula El primer día.
  Escrito en 2009 esta vez los protagonistas son un astrofísico (Adrian) y una arqueóloga (Keira). Keira se encuentra en Etiopía realizando excavaciones en la búsqueda del primer homínido y Adrian está en Chile construyendo unas antenas telescópicas con las que explorar el univeso y, así buscar dónde comienza el alba. Ambos fueron amantes en su juventud, pero sus carreras les separaron. Tras varios años, un misterioso medallón que Keira obtiene en Etiopía les volverá a unir para intentar desvelar el misterio que esconde. Tras ellos, un grupo de "agentes" de diferenes países, intentan seguirles para ver hasta dónde desembocan sus descubrimientos. De París a Londres, de Londres a África, Alemania, Madrid, China, Birmania... el libro nos lleva cada capítulo a una ciudad donde los protagonistas van siguiendo las diferentes pistas para reunir los otros fragmentos que, junto con el medallón, harán una carta celeste de más de cuatrocientos millones de antigüedad.



Ahora opino. Pues, como podéis observar, la sinopsis es bastante llamativa. Por un lado, está la historia de amor (del verdadero, del puro, del de para siempre...esto ya lo he dicho... del amor marcleviniano, vaya) que está bien, se conocían de su juventud, se separan con un sabor agridulce y, el tiempo los vuelve a reunir, esta vez para siempre. Sí, chulo, bonito y cuco, como tiene que ser.
Luego está la historia del colgante. Esta es más flipante. Un medallón de hace siglos y siglos, de antes que el hombre fuera hombre y que representa con toda exactitud la bóveda celeste. ¿Quién la hizo, con qué fin, qué representa, para qué sirve? Se presentan toda una serie de preguntas que hacen que estés deseoso de ver el final. Luego, el tema de los "espías" que ya, años antes, encontraron otro fragmento igual al del colgante pero decidieron no seguir buscando por miedo a lo que podían encontrar. Treinta años después, la mayoría decide esta vez averiguarlo, a pesar de que no todos están de acuerdo, deciden ser parte de la historia que rebelará la unión de los extraños fragmentos, a pesar de que saben que ello alterará el devenir del mundo entero.
Pues bien, a todo esto... Nada, de nada. Cero absoluto. Que nada, eso digo, que el autor no rebela nada...Es decir, que te monta una historia de lo más intrigante para, en realidad, acabarte explicando una historia de amor de lo más normalita y, de lo interesante, de lo que para qué era el colgante, por qué, quién y qué cambiará, nada de nada de la más triste y vacía nothing.
Y no espereis segunda parte, no, que lo que hace Levy es dejar que el protagonista continue sus pesquisas pero a ti te deja fuera, para que tú no te enteres de lo que averigüe.
Ainnnnnxxx Levy de mis amores, pero cómo eres tan malo maloso!
En fin, que sí, que si queréis leerlo vaaaaale pero luego no digáis que no os avisé.


Conclusión

el romanticón
Pues, lo primero  es que voy a descansar del Levy porque desagradarme no es que me desagrade no, pero gustarme... pues tampoco. Todo y que sinceramente me parece que tiene fragmentos muy notorios y frases muy contundentes y bellas, lo que creo es que el autor es un gran artífice de crear historias pero no de crear finales.  Me explico: puedes tener una gran historia, saber que pasará esto o aquello, pero, luego, el desenlace, que lo es todo, puede tirarte todo tu castillo de naipes de una pasada. Y eso le pasa al autor. Crea buenas historias siempre, eso sí, para excusar el contar la misma, la historia de amor verdadero que se separa pero siempre vuelve, pero luego no veo que les sepa dar un buen final y, creedme, es una pena.
Para mi gusto, supongo que representa a una serie de escritores que conectan mucho con una nueva generación de literatas (soy consciente del empleo del femenino) que, teniéndose en más alta valía que para leer historias de Corin Tellado o Barbara Wood (con todos mis respetos) tienen en Marc Lévy su excusa romántica del momento.
Gracias Levy en nombre de todas ellas.

viernes, 15 de julio de 2011

LAURA GARCIA GALLEGO GANA EL PREMIO CERVANTES CHICO 2011

Pues sí, ayer mismo se dio la noticia de que la joven (me encanta lo de joven, porque somos de la misma quinta, je, je) escritora Laura García Gallego había sido la afortunada premiada con el Premio Cervantes Chico, otorgado por el ayuntamiento de Alcalá de Henares y la Asociación de Libreros y Papeleros complutenses reconociendo el trabajo de los autores dentro de la literatura infantil y juvenil.

Laura García Gallego- su web

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Esta prolífica autora nacida en Quart de Poblet, Valencia, empezó a escribir desde muy joven y, con la edad de 21 años ganó el concurso Barco de Vapor con su novela Finis Mundi y, desde entonces a sido un no parar de publicar.
Entre sus novelas más destacadas se encuentra la trilogía Memorias de Idhún con la que vendió más de 750.000 copias.
La verdad es que esta autora es una asignatura pendiente para mi. He tenido sus novelas mil veces en las manos pero aún no me he decidido a dar el paso para leerlas, cuestión de tiempo, claro. 


Lo más destacable es que fue una escritora que se dió a conocer en las redes, colgando sus relatos por internet y, poco a poco fue teniendo más público hasta que ganó el Barco de Vapor que ya se sabe que para conseguir ganar un premio así tienes que tener ya una serie considerable de fans.
En su web explica su historia y da consejos para todos aquellos que quieren empezar a escribir
Así que chapó por Laura y enhorabuena por su nuevo galardón.

domingo, 10 de julio de 2011

GUARDIANES DE LA NOCHE. SERGEI LUKIANENKO

página oficial
Pues ahora os voy a contar mi opinión sobre esta tetralogía del escritor ruso Sergéi Lukiánenko y que empieza con el primer de los libros, Guardianes de la noche (Plaza&Janes Editores).

Pues bien, este autor, nacido en Kazajastán y actualmente residente en Moscú (y que, por cierto, jamás ha fumado en pipa), empezó su vida laboral siendo terapeuta especialista en psiquiatría infantil pero debido a los bajos sueldos de los médicos en la Unión Soviética, decidió dejar su trabajo y se dedicó a su antigua pasión que era la literatura.
Poco a poco, fue desarrollando libros y relatos y fue editor en una revista. De seminario en seminario, su nombre era reconocido como uno de los principales autores de ciencia-ficción ruso, género que en aquel país no estaba demasiado bien visto.

Después de publicar varios libros fue con Guardianes de la Noche (Nochnói Dozor) donde consiguió un éxito asombroso en toda Rusia llegándose a trasladar a la gran pantalla en el 2004  de la mano de Timur Bekmambetov y recaudando la abrumadora cifra de 16 millones de dólares, todo un récord por aquellos lares y, también fue gracias a este éxito que se decidió traducir las novelas al inglés (al español, en 2007).
Actualmente publica entre 1 y 2 libros al año y es uno de los escritores más famosos de su país.
Yo fui al cine a ver la película y quedé muy gratamente satisfecha, no sólo por la trama sino por la frescura de ver algo "diferente" a los productos yanquis que abarrotan nuestras salas. El aire es muy fresco y, los actores están infinítamente bien elegidos. Hay que decir que fue el propio Sergei quien hizo el guión de la adaptación al cine así que, aunque hay bastantes cambios respecto a la novela, consigue darlo solidez a la obra de una manera igualmente aceptable (lo digo porque no siempre se consigue, sólo hay que ver alguna adaptación de Stephen King de alguna de sus novelas o La Reina de los Condenados de Anne Rice que vaya bodrio hizo la mujer).
Os cuento un poco la trama:
la historia trata de la confrontación entre dos grupos desde los albores de la humanidad: los Otros, seres sobrenaturales (vampiros, hombreslobo, magos...) que luchan por decantar al mundo hacia cada uno de sus lados, la Luz o la Oscuridad.
En un momento del pasado, ambos bandos llegan a un acuerdo de tregua, de manera que los dos pueden seguir haciendo de las suyas pero siempre y cuando haya un equilibrio para que la balanza nunca se decante por un lado o por otro y, para que esto pase se crean las Guardias: la Guardia Nocturna quien se dedica a vigilar las acciones de los otros oscuros y la Guardia Diurna quien se dedica a vigilar a los otros de la luz.
la tregua



Así pues, es el típico caso de lucha entre el Bien y el Mal, pero con un aire muy fresco, urbanita y muy ruso,  lleno de detalles y de argumentos súper liados que, si no estás muy atento a la trama,igual incluso te puedes perder.
La novela se divide en tres partes, tres historias que aunque no parecen tener ninguna relación más tarde se comprueba lo contrario.
Konstantín Jabenski interpreta a Anton
En la primera parte Su propio destino Anton Gorodetskiy perteneciente a la Guardia Nocturna sigue a unos vampiros que han "seducido" a un niño, Yegor, para matarlo. Es entonces cuando Anton mata a uno de los vampiros para evitar que ellos cometan un acto no autorizado y maten al chico. Es entonces cuando Zabulón, el jefe de los Oscuros pide la cabeza de Anton y Boris Ignatievich "Gesar", el jefe de los Luminosos, le ofrece protección dándole una lechuza llamada Olga. Bueno, a partir de aquí la trama sigue presentándose la figura de Svetlana Nazarov una médico que no sabe aún que está destinada a ser un Gran Otro, Alisa Donnikova, una Guardiana de la Luz y amante de Zavulón o  Kostya Sauskhin, un vampiro que es vecino de Anton.

En la segunda parte Solo entre los suyos Galina Rogova, una Otra de la Oscuridad es asesinada por un misterioso hombre que se hace llamar "El Juez" y que mata a sus víctimas con una daga misteriosa.  Sin embargo, los oscuros sospechan que ha sido un luminoso, concretamente Anton así que este tiene que encontrar al verdadero asesino para demostrar su inocencia, especialmente cuando sabe que quiere matar a Yegor.

Dmitri Martinov interpreta a Yegor
Mariya Poroshina es Svetlana
En la última parte Solo para los suyos los Guardianes Nocturnos han ido a la casa de campo de uno de sus miembros, Tigresa, para intentar relajarse. Anton vive preocupado porque ve cómo el poder de Svetlana aumenta cada día y, a pesar de que se aman, teme que llegue un momento en que él le parezca poco y le abandone así que, finalmente acaba volviendo sólo a su apartamento. Para su sorpresa allí le espera Zabulón quien le cuenta que hay un hombre que lleva consigo un objeto muy importante, una tiza. Inmediatamente, Anton piensa que debe ser la Tiza del Destino, con la que se puede reescribir el pasado pudiendo hacer un nuevo orden mundial.

Bueno, lo he puesto todo muy esquemático porque, como ya os he dicho, la trama es bastante enrevesada y hay que leerlo porque sino me ocuparía muuuuucho el resumirlo.
La película está basada en la primera parte del libro, aunque con varios cambios más o menos importantes.
Continuaremos con la segunda parte de la trama: Guardíanes del Día.









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lunes, 4 de julio de 2011

retal2

Hoy por fin, después de mucho tiempo, he decidido poner todo lo que pasó en papel. Quizás para recordarlo todo mejor o, sí, de hecho, quizás para olvidarlo del todo.
De todas maneras creo que ya ha pasado el tiempo suficiente para hacerlo. Los años han pasado y, aunque todo cambió para mí desde entonces, las cosas siguen siendo iguales; iguales, aunque sin ellos, claro.
Aquel julio fue uno de los más calurosos que recuerdo haber padecido nunca. Hacía a penas un par de semanas que había salido del hospital cuando mi madre me comunicó lo del viaje. Por supuesto que no tenía ganas aunque tampoco me apetecía ver a la gente del barrio, pero ya me había hecho la imagen de pasarme todo el verano encerrada en mi cuarto, con las persianas cerradas durante el día y abiertas durante la noche y enganchada a algún videojuego que me dejará descargar adrenalina y pena sin coste alguno.

Aunque traté de engatusarla de varias maneras y con diferentes argumentos, mi madre no dio el brazo a torcer, tan bien puesta en su nuevo papel de “madre coraje” que había aprendido desde mi estancia hospitalaria, con lo que, si no recuerdo mal y, no lo hago, el tres de julio tomé un autobús junto con otros pasajeros hacia mi nueva residencia estival.
A pesar de mi desagrado por aquel viaje, había logrado que me dejaran  ir sola, primero porque eran tan solo de cuatro a cinco horas encerrada en un autobús de los de antes y que apenas hacía paradas y, segundo, porque entre los pasajeros también iba una conocida del barrio que no había dudado un instante en prometer encarecidamente a mi madre que cuidaría de mi durante el viaje como si fuera su propia hija, mientras me miraba con ojos de vaca sumisa desde el marco de su puerta.
El calor y la humedad que nos acompañó durante todo el trayecto apenas se disimuló por el aire acondicionado del viejo autobús. Durante el trayecto subieron y bajaron varias personas de diferente índole a las que mi presencia, medio agazapada en la última hilera de asientos y cubierta con una chaqueta fina hasta la cabeza no parecía importarles. Debían ser alrededor de las nueve cuando yo y los cuatro viajeros que aún quedaban en el autobús llegamos a nuestro destino. El aire limpio y sorprendentemente frío de aquel lugar se abrió camino con violencia a través de mis pulmones al poner los pies en tierra firme. Comenzaba a anochecer y un cielo entre violeta y gris dibujaba la silueta de las montañas escarpadas y sin apenas vegetación que rodeaban al que fue el pueblo de la infancia de mi madre. Yo sólo había estado allí otra vez, con apenas cinco o seis años, así que los únicos recuerdos que tenía era del sabor fuerte de la carne de cordero y del tocar de las campanas de la torre de la iglesia que sonaban incluso de noche. Y,  también de Clara, claro. Su cara alargada y de piel fina como el papel de turrón volvió a aparecer delante de mí abrazándome con sus fuertes pero delgados brazos, hundiendo su pelo con olor de tomillo y romero  en mi sensible nariz.
-Pero niña,.¡Cómo has crecido!-dijo al tiempo que separaba su cuerpo del mío para poder ojearme mejor.- Demasiado delgada, igual que tu madre cuando era zagala, igual. Vamos, coge tu maleta y a recogerse pronto que de aquí a poco empezará a hacer frío.
La quincena de años transcurridos desde que la vi por última vez no hizo desaparecer su aire de señora mayor y estirada pero que labraría el campo con sus propias manos si hiciera falta.
La casa conservaba el arco de la puerta principal original, que era de piedra al igual que todo el suelo de la planta de abajo, cosa que, especialmense se agradecía en los días de mucho calor. El olor a humedad y tierra mojada invadía cada habitación de aquella casa que era la misma que vio nacer a mi madre y, claro, a la misma Clara. Me sirvíó  una sopa de pan extremadamente caliente que hizo salir la humedad que la casa había infiltrado en cada uno de mis poros desde que había entrado. Sentada a mi lado, aunque sin comer puesto que ella ya lo había hecho, Clara me preguntó a cerca de mi madre, a saber, trabajo y salud (que, sin lugar a dudas, parecía ser el orden más importante para toda la generación que vivió la posguerra en nuestro país).Mientras yo hablaba con más desgana que otra cosa, vi cómo a pesar de que su rostro no parecía reflejar cambio alguno, sus ojos adquirían cierta tonalidad de ternura al escuchar las noticias sobre mi madre. Al fin y al cabo, ella la crió cuando aquella misma casa donde entonces estábamos ardió una noche de tal forma que la única superviviente fue mi madre quien fue rescatada a duras penas por la gente del pueblo. Supongo que fue un suceso terrible para ella, ya que sus padres y su hermana pequeña murieron aquella noche y, fue entonces cuando Clara, la hermana mayor de mi abuela, volvió de la ciudad donde había pasado los últimos años para reconstruir la casa de su familia y hacerse cargo de su sobrina.
Tras recoger los platos de la cena, me dirigí al cuarto que Clara había preparado para mi. Una sencilla cama vestida con una tímida colcha a flores rojas y un armario ropero donde no hubiera cabido ni una octava parte de toda mi ropa, junto con una lamparita de noche, eran muebles más que suficientes para aquella estancia. Junto a la cama, una ventana, quizás demasiado grande para aquella habitación, dejaba ver el río que cruzaba un lateral del pueblo y que separaba éste de la antigua hermita y del cementerio. El leve murmullo del agua al pasar fue invitándome cortésmente a caer rendida a un plácido sueño del que, quizás, hubiera disfrutado más si hubiera sospechado las siguientes noches que me tocarían vivir en aquel lugar.
Los días fueron pasando más rápidamente de lo que yo esperaba. Clara me levantaba cada día temprano e íbamos a la pequeña parcela de huerto que tenía a un lado del río a recoger lechugas y pimientos y a limpiar las tierras de caracoles. Era la primera vez que yo hacía algo así, pero no fue un trabajo desagradable, quizás por el contraste con lo que hasta ahora había hecho. Además, el hecho de estar toda la mañana ocupada en la tierra, el mediodía preparando la comida y el resto de tarde echando la siesta y, volviendo a preparar comida para la cena, apenas me dejaba tiempo para pensar demasiado y, justo eso, me iba bien.
La compañía de Clara también se fue tornando más